El salario mínimo en Chile ha experimentado una subida del 4,5% a partir de este mes de septiembre, para alcanzar los 460.000 pesos chilenos (unos 500 euros) en el que es el segundo incremento en lo que va año.
Tras las negociaciones que se mantuvieron el pasado mes de mayo entre el Gobierno de Chile y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la principal organización sindical del país, se acordó que el salario mínimo pasaría de 410.000 pesos chilenos (446 euros) a 440.000 pesos chilenos (478 euros) en el mes de mayo.
A continuación, para este mes de septiembre, se fijó otra subida del salario mínimo, hasta situarse en la actual cifra de 460.000 pesos chilenos. Un nuevo incremento estaría previsto para julio de 2024, cuando se llegará a los 500.000 pesos chilenos (543,7 euros).
El objetivo inicial del Gobierno era alcanzar esta cifra al final de la presidencia de Gabriel Boric, en el año 2026. Sin embargo, ante la actual coyuntura inflacionaria y las constantes reivindicaciones de los trabajadores, se adelantó esta cifra al próximo año 2024.
En caso de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumulado de todo el 2023 sea superior al 6%, la ley del salario mínimo establece que habrá un aumento extra de 10.000 pesos chilenos (unos 11 euros), que estará vigente a partir del 1 de enero del 2024.
Del mismo modo, según la evolución del IPC en el segundo semestre de 2024, se podría dar un reajuste automático en el salario mínimo para el año 2024.
Desde la CUT han defendido la lucha constante durante los últimos dos años para lograr la «histórica demanda» de los 500.000 pesos chilenos. «Hoy, nuestra meta es que ningún chileno o chilena reciba menos que la línea de la pobreza», han sostenido. Esta línea se encontraría en los 580.504 pesos chilenos (630 euros).
Por su parte, el ministerio de Trabajo y Previsión Social ha afirmado que se está concentrando «un importante compromiso» del plan de Gobierno que busca entregar «más calidad de vida» a las familias chilenas.