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‘El estilo de vida antiinflamatorio me ha cambiado la vida’, explica Clàudia Llopis

POR REDACCIÓN

Clàudia Llopis fue diagnosticada a muy temprana edad de artritis reumatoide. Después de más de 20 años medicándose (con graves efectos secundarios) y de llevar una vida limitada por la enfermedad, decidió hacer un cambio. Gracias a adoptar un estilo de vida antiinflamatorio, consiguió ganar energía y vitalidad, mejorando notablemente los síntomas de su enfermedad y su calidad de vida.

A los 7 años te diagnosticaron artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune. ¿Podrías compartir cómo fue enfrentar esa diagnosis a una edad tan temprana y cómo influyó en tu vida?

En primer lugar, me gustaría contar qué es la artritis reumatoide. Se trata de una enfermedad autoinmune que afecta sobre todo a las articulaciones. Las enfermedades autoinmunes no tienen una cura definitiva y nos van a acompañar toda la vida. Para que se pueda entender mejor es cuando nuestro cuerpo se revela y nuestro propio sistema inmune que nos tendría de defender de patógenos externos nos ataca a nuestras propias células y tejidos, en el caso de la artritis reumatoide ataca a la membrana sinovial de las articulaciones produciendo inflamación, dolor y si no se consigue controlar a tiempo deformidad irreparable de las articulaciones como me ha ocurrido a mí. 

Como os podéis imaginar a los 7 años una niña no es consciente de todo lo que esto supone y la mochila la llevan los padres. Lo que más recuerdo es la incertidumbre, las estadas en el hospital, el no poder hacer lo mismo que mis compañeros del cole, tener que estar siempre pendiente de la medicación…

Durante la adolescencia pasé por un proceso de negación y de la mítica pregunta.. ¿y por qué? Fueron momentos duros, pero necesarios para después pasar a la fase de aceptación e interiorizar que esta mochila la voy a cargar toda la vida. 

¿Cuándo hiciste el clic que lo cambió todo?

Durante toda la infancia y adolescencia nadie nos había hablado de la importancia de la alimentación en el caso de las enfermedades autoinmunes. Yo comía “de todo”, además muchas veces se tiende a dejar comer más cosas que gustan al niño cuando está enfermo. Es verdad que no había la información ni las herramientas que hay actualmente, pero me parece muy fuerte que actualmente en los hospitales se sigan sirviendo los menús clásicos cuando hay patologías autoinmunes y que aún haya muchos médicos que no “receten” un cambio de hábitos antiinflamatorios cuando hay este tipo de patologías. 

El clic vino cuando yo tenía 26 años, un día me llegó a las manos la información de una dieta especial para personas que tienen enfermedades autoinmunes. Al principio bastante escéptica lo leí y vi que hablaba de muchos alimentos a eliminar que yo comía habitualmente, así que decidí ponerme en manos de un profesional para hacer el cambio de forma segura. Este es un apunte que siempre me gusta dejar claro, visita a un profesional y haz los cambios bien asesorado y pautado.

En tu experiencia, ¿qué cambios específicos notaste en tu propia salud y calidad de vida después de adoptar un enfoque antiinflamatorio?

Al principio solo cambié la alimentación y empecé a tomar dos suplementos. No exagero, a los 15 días noté las primeras mejoras, en mi caso desinflamación de las articulaciones, mejora de mis digestiones y mucha más vitalidad y energía en mi día a día. También noté una mejor regulación del mecanismo de hambre y saciedad, mejor humor, mejor aspecto en la piel y el cabello…

¿Cómo se puede planificar la alimentación de manera que sean antiinflamatorias y a la vez nutricionalmente equilibradas?

Lo bueno de la alimentación antiinflamatoria es que la pueden seguir todos los miembros de una familia, desde los más pequeños hasta los mayores, evidentemente individualizando y adaptando necesidades energéticas. Cuando hablamos de alimentación antiinflamatoria nos referimos a seguir una dieta en la que los alimentos con propiedades antiinflamatorias tienen un papel destacado, mientras se minimizan aquellos alimentos que favorecen la inflamación en el organismo.

Seguir una alimentación antiinflamatoria debería ser un factor a tener en cuenta para mejorar enfermedades con una base inflamatoria como son las enfermedades autoinmunes. Además, también puede ser un hábito saludable incorporado a nuestras costumbres como medida preventiva ante estas enfermedades. 

La alimentación antiinflamatoria se basa en alimentos naturales y frescos, como frutas y verduras, pseudocereales, proteínas magras, grasas saludables, especias antiinflamatorias… Estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y la inflamación en el cuerpo. Por otra parte, se elimina o se reduce el consumo de alimentos con potencial proinflamatorio como pueden ser los alimentos o productos con gluten, los lácteos de vaca, los azúcares y edulcorantes, los procesados, en algunos casos se tiene que valorar la incorporación, o no, de legumbres, y las solanáceas (patata, tomate, pimiento, berenjena) por su contenido en antinutrientes.

Además, es importante mantener una hidratación adecuada. Beber suficiente agua ayuda a mantener el equilibrio hídrico en el cuerpo, mejora la función celular y promueve la circulación sanguínea adecuada.

Además de la alimentación, ¿qué otros hábitos son indispensables para llevar un estilo de vida antiinflamatorio?

Es importante tener en cuenta que la dieta antiinflamatoria es solo una parte del estilo de vida antiinflamatorio que incluye ejercicio regular, reducir la exposición a tóxicos, manejo del estrés y descanso adecuado.

¿Cómo estás ayudando a personas a seguir este cambio de estilo de vida que tanto te ha ayudado?

Cuando inicié mi cambio de estilo de vida empecé sin darme cuenta a compartir mi experiencia a través de mi perfil de Instagram @claudia.llopis. Poco a poco he ido creando una comunidad de personas que están interesadas en cambiar sus hábitos. Subo recetas antiinflamatorias, trucos que a mí me han funcionado, enseño mis rutinas diarias, mis entrenos de fuerza, cómo me organizo para hacer la compra, hago directos con otros profesionales…

Además, hace 2 años que pensé en dar un paso más y crear el primer Club de Alimentación Antiinflamatoria. Se trata de una membresía en la que las personas apuntadas tienen acceso a un menú semanal, más de 200 recetas antiinflamatorias clasificadas, un grupo de Telegram de apoyo, un webinar mensual con un experto y acceso a todos los webinars anteriores, más de 20 horas de formación con los mejores profesionales. 

Por último también he creado varios ebooks sobre temas concretos con otros profesionales del sector que son muy prácticos para tener una idea clara del tema a tratar y los próximos pasos a seguir para aplicarlos. 

Al final hacer los cambios en comunidad es mucho más fácil, siempre que hago contenidos pienso en lo que me hubiera gustado encontrar a mí cuando empecé con todo el cambio.

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